miércoles, 1 de julio de 2009

¡ VOLVIÓ LA ALEGRÍA !

Con esas palabras, Alfio Basile definió el sentimiento de su propia persona, sus colaboradores, representante, dirigencia en su mayoría, jugadores (todos, menos Cáceres, Morel y Abbondanzieri; unos nenes de pecho) e hinchada. Sin embargo, ¿a qué se referirá el Coco con esa afirmación que no entiende de segundas lecturas?

Su trato con la prensa, últimamente, venía siendo pésimo. Responsable indirecto de la salida de un periodista de un canal de TV, más varios episodios polémicos, lo tildaron -hace un tiempo hasta acá- como una persona inaccesible, prepotente y hasta soberbia. No obstante, esa personalidad debería utilizarla en su favor para sacarle el jugo a sus siempre conflictivos planteles. Como último antecedente, claro, está el de la Selección. Basile confesó nuevamente que “algo” pasó, y muy malo, pero que jamás lo develará. Si el Coco no lo hace, lo único que ganará es el repudio de aquellos que sólo ven lo que pasa en el rectángulo de juego y se olvidan de que los que patean una pelota se relacionan entre sí. Si Basile da nombres, si ratificara esa certeza que dice que “le hicieron la cama”, la mugre que está debajo de la alfombra saldrá a la luz y se podrá entender por qué el equipo nacional no produce el fútbol que todos esperamos (porque no puede ser que esa calidad y cantidad de jugadores jugar bien un partido, con ningún entrenador).

Deslizó que Riquelme, Palacio y Palermo serán sus hombres de ataque, pretende a Schiavi, Ledesma e Insúa y se conformaría con Abbondanzieri, aunque no ve con malos ojos la llegada de un alternante.

La gente está entusiasmada, a Bianchi se lo vio más con la responsabilidad cumplida que con el deseo satisfecho, aunque los dirigentes saben que el hecho de hacer volver a un pesado les quita presión.

Habrá que ver cómo soluciona el DT el conflicto grupal: siendo Román su futbolista fetiche, ¿cómo tomará Martín, enemigo íntimo del 10, esa devoción que siempre exhibió el entrenador por su enganche predilecto? El tiempo lo dirá.

DAMIÁN ORLANDI

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