lunes, 15 de septiembre de 2008

PARA TODOS LOS GUSTOS

La 5º fecha del Apertura tuvo variados condimentos. Lamentablemente, no todas las consideraciones tienen relación exclusiva con lo meramente futbolístico. De todas formas, si debemos referirnos sólo a lo acontecido dentro del campo de juego, hay que rescatar el empate 1 a 1 entre Boca e Independiente y la victoria de San Lorenzo (2 a 1 a Central) gracias a dos soberbias ejecuciones de media distancia de su capitán, Adrián González, lo que posibilitó que los de Russo llegaran a la cima de las posiciones junto a los de Ischia, aunque estos últimos deben un encuentro. Además, River sólo suma 6 puntos en 5 partidos y a Simeone le llegó la hora: en la sexta jornada, su equipo tendrá que empezar a funcionar (él mismo aseguró que eso sucedería en el próximo encuentro). Racing sigue evolucionando en su funcionamiento, pero carece de gol. Vélez levantó y mucho; y los ascendidos San Martín y Godoy Cruz no desentonan.

Si hay que referirse a lo extra futbolístico, el bochorno se vio en los estadios de Boca y Gimnasia (LP). En Brandsen 805, Lunati tuvo un arbitraje olvidable (no cobró un gol de Núñez y expulsó a Montenegro sin estar convencido de hacerlo, aunque él asegura que sí lo estaba) y Guillermo Rodríguez tomó del cuello al línea Diego Romero, luego de haberlo acusado de "arbitraje sospechoso" y ver la roja por dicha reacción. Por su parte, en La Plata, Jorge Borelli, ayudante de Néstor Gorosito en Argentinos, insultó hasta el hartazgo a Juan Pablo Pompei, máxima autoridad del partido entre el Bicho y el Lobo. No conforme con eso, entre "Cacho" y otro integrante del cuerpo técnico golpearon al camarógrafo que los "vendía" ante todo el mundo, tomando con su cámara las pruebas de la locura que se apoderó del ex defensor de la Selección Argentina. Una muestra más de que la inconciencia no sólo se ha apoderado de los hinchas.
Por último, Claudio Úbeda fue el primer técnico que dio un paso al costado: se alejó de Huracán. Cappa, Alfaro y Falcioni suenan como posibles reemplazantes.

DAMIÁN ORLANDI