domingo, 5 de julio de 2009

FEDERER SLAM

No hay discusión, los números lo avalan. Por más que se hable de que no se puede comparar a los tenistas debido a las distintas épocas y que es difícil afirmar quién es el mejor de todos los tiempos, las estadísticas colaboran, en este caso, para confirmar a Roger Federer como el más grande. El suizo se convirtió este domingo en el máximo ganador de Grand Slam, al adjudicarse su 15º título de este calibre. Esto lo consiguió al disputar una final apasionante e histórica en lo que es prácticamente su casa: Wimbledon. Federer se impuso a Andy Roddick por 5-7, 7-6 (8-6), 7-6 (7-5), 3-6 y 16-14, en cuatro horas y 16 minutos de partido, para superar a Pete Sampras como el más ganador de torneos grandes y quedar a uno del estadounidense en cuanto a títulos en la Catedral: Roger, ya llegó a su 6ª consagración. Por si esto fuera poco para este excelente, respetuoso y formal competidor, a partir de mañana disfrutará de verse nuevamente en la cima del ranking. El Nº 1 del mundo espera a Federer, posición que tanto tiempo ocupó en esta década y que fue usurpada hace poco menos de un año por el ahora lesionado Rafa Nadal. En el partido, fue clave el segundo set cuando Roger se hallaba 6-2 abajo en el tie-break y parecía que podía quedar al borde de la derrota con dos parciales abajo. Aunque la fuerza tenística del suizo alcanzó para revertir la situación y nivelar el juego. En el final fue palo y palo y el que aflojara primero iba a ceder. Así sucedió y por eso, con lágrimas en sus ojos, con su esposa embarazada a un mes de dar a luz aplaudiendo, con Sampras brindando sus felicitaciones y la gente aclamando por él, Federer se coronó una vez más.

Para destacar, la labor realizada por Andy Roddick, quien había caído 18 veces de las 20 que había enfrentado a Federer, pero jugó con mucha sapiencia, agresividad, faltándole el respeto al helvético y aplicando su experiencia en el césped. Fue su tercer final en Wimbledon, contra el mismo rival que las dos anteriores y nuevamente se fue con la frustración de no poder ganar.

Esta final, es la más larga en cuanto a games jugados en el quinto set, ya que ninguna otra definición en la historia de otro Grand Slam sumó esta cantidad (30).

GERMÁN MARTINA

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