Deshojaron 15 rosas. Esta vez Los Pumas fueron precisión, contundencia, aguante y no cometieron errores en demasía. Y, así, se pudo cristalizar la venganza. Esa que se necesitaba luego de haber quedado con la sangre en el ojo el fin de semana pasado tras caer en el Old Trafford. Pero aquí el escenario era otro. Salta La Linda fue más bonita que el conjunto de La Rosa, que con su aroma invadió el estadio Padre Martearena de nuestro país en busca de deshacer las ilusiones albicelestes. Sin embargo, la localía fue aliada de los dirigidos por Phelan y consiguieron imponerse a las pretensiones inglesas con un 24 a 22 sufrido y con mucho aguante sobre el final. Con un try de Juan Manuel Leguizamón llegó la primera alegría para Los Pumas, luego Andy Goode intentó mostrar una remontada, aunque Juan Martín Hernández empezó a hacer daño con su patada para estirar diferencias desde los penales. En el complemento llegaría un try que dajaría a Los Pumas con mucho más margen: luego de una corrida de Horacio Agulla, Gonzalo Camacho apoyó en el ingoal rival y Argentina era puro festejo. Pero aparecieron las patadas de Goode y un try para los ingleses por intermedio de Matthew Banaham, para achicar distancia y terminar asfixiando a Los Pumas. Con mucha resistencia, los argentinos aguantaron y celebraron su victoria ante una potencia. Para reivindicarse, para ilusionarse con este proyecto de Phelan y para seguir consolidándose como una de las mejores selecciones del mundo.
GERMÁN MARTINA
sábado, 13 de junio de 2009
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