domingo, 10 de mayo de 2009

ROJO DE VERGUENZA (FUTBOLÍSTICA)

Otra vez le pasó lo mismo al Rojo. Ayer, mencionábamos que la característica principal del Racing de Caruso era el sufrimiento hasta el final de cada uno de los partidos que disputaba; ahora, marcamos el defecto casi irreversible del equipo del Tolo: Independiente no se acostumbra a ganar. Consigue tres puntos en un partido, después de jugar bien, de conseguir rendimientos destacados cada uno de sus futbolistas, de ser ovacionados por su gente; y al partido posterior, pierde.

La respuesta para encontrar la razón de esta irregularidad no tiene sólo un fundamento, sino varios. Yendo de atrás hacia adelante: Gioda está volviendo después de seis meses de parate, Tuzzio fue borrado de River, Guillermo Rodriguez fue indultado por Gallego, Mareque y Moreira ya no tienen lugar. En el medio, Ríos la doscose un partido y juega cinco mal, Pusineri no es volante central y lo hacen jugar en esa posición, es titular Machín, quien no jugaba desde el año pasado, Godoy se fue expulsado en su segundo partido como titular, Mancuello venía siendo la excepción, hasta que se lesionó y recién hoy retornó. Entre los mediocampistas y delanteros están el capitán e Higuaín: Montenegro jugó siete partidos como enganche y seis como delantero, cambiando de uno en uno la posición, así es imposible; Higuaín, lo mismo, y jamás rindió como en Chicago. Adelante, no hay titulares: a Núñez lo ponen de 9 y no rinde porque no juega en esa posición, Gandín es intermitente, Moreno no puede jugar en el país y a Mazzola y Churín no les dan chances.

Hoy, Independiente fue otra vez un concierto de errores. Perdió 2 a 0 en Mendoza, con el vistoso Godoy Cruz de Diego Cocca, con tantos de Formica y Caruso.

En la fecha pasada había bailado a Tigre y en esta fue bailado por el Tomba. Lo del Rojo no tiene solución.

DAMIÁN ORLANDI

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