Pero el día que tanto esperaban todos los académicos llegó. Tanto por la tranquilidad de saber que se quedan en Primera como, ganar un partido en el que, claramente, no mereció triunfar. El Pirata los arrinconó en Avellaneda, pero una gran pared entre Sava y Moralez, le permitieron al 10 de Racing, poner las cosas 1-0. Antes de la ventaja de los de LLop: Matías Gigli perdió un gol increíble tras la mala salida de Hilario Navarro. Gigli tuvo varias chances netas para anotar y provocar palpitaciones en exceso en los hinchas locales, aunque las desaprovechó. Pero, indudablemente, la más clara fue de Claudio Bustos: pase en profundidad para él, deja en el camino a Navarro, y solo frente al arco se intenta llevar la pelota con la zurda, se le va larga, se cae, y erra una chance insólita para igualar.
Y así festejó Racing. Sufriendo, como es costumbre. "Al fin", deben decir, con la suerte de su lado y por un año más en la máxima división.
GERMÁN MARTINA
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