El argumento principal que se suele utilizar cuando un equipo pierde después de una seguidilla de partidos consecutivos es el cansancio. Los equipos más importantes de nuestro fútbol están participando de la Copa Libertadores y, cuatro de ellos, tienen serias chances de quedarse con el Torneo Clausura. River, Estudiantes, Boca y San Lorenzo empezarán a jugar miércoles y domingo, sin descanso, y de seguro lo van a sentir.
Hoy, uno de ellos ya empezó a dar señales de desgaste. El Cuervo viajó a La Paternal para enfrentar a Argentinos con una mezcla entre titulares y suplentes. Concociendo lo duro que resulta el conjunto de Néstor Gorosito en el Diego Armando Maradona, seguramente a Ramón Díaz no le hubiera molestado empatar. Mucho menos después de ver el resultado final del partido...
El encuentro fue aburrido desde el minuto 1 hasta el 45 del primer tiempo. Se prestaban la pelota, ninguno la quería tener. No había enlaces entre los volantes y los puntas, por lo que las situaciones de peligro escaseaban. En el tiempo adicionado de esa primera etapa, Juan Carlos Menseguez arrancó desde su campo con la pelota, corrió sin oposición alguna y habilitó a Bernardo Romeo, quien se metió en el área y fue bajado por Gabriel Hauche desde atrás. Penal y amarilla para el delantero del Bicho. De la pena máxima se hizo cargo Aureliano Torres, quien la metió arriba, imposible para Sebastián Torrico.
En el complemento, el Ciclón se metió atrás y se olvidó del balón. Cuando veían pasar algo redondo, los jugadores visitantes le pegaban para arriba. Argentinos, con el manejo de Pablo Barzola y el ingreso del enganche que faltaba, Gabriel Peñalba; empezó a meter a su rival contra su propio arquero: Agustín Orión no participaba demasiado del juego, pero la veía pasar cerca. Sin embargo, estaba cantado que el empate no tardaría en llegar. Mano en el área de Gastón Aguirre y segundo penal de la tarde, en este caso cambiado por gol por el propio Barzola.
Luego, entró D'Alessandro, y San Lorenzo fue con más empuje que ideas. El Cabezón se hizo del balón, pero sus compañeros no tuvieron una buena tarde (lo perdieron Menseguez y Romeo en la misma acción). Por eso, y porque la batería del Bicho duró más que la del Santo, Peñalba enganchó en un costado, remató, tapó Orión y en el rebote apareció solo Gabriel Pérez, quien la empujó y le dio el 2 a 1 definitivo a Argentinos.
Perdió San Lorenzo. Se cortó una racha de seis victorias consecutivas, pero eso no preocupa. La señal de alarma tiene que ver con el desgaste, y ahora ya es tarde para regular y cambiar fichas. Es hora de identificar objetivos y jugársela por algo o por todo.
DAMIÁN ORLANDI
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