Sin embargo, sabemos que cuando empieza a rodar la pelota, todo análisis previo queda a un lado. De movida, Diego Simeone decidió guardar tanto a Alexis Sánchez como a Buonanotte e incluir a Augusto Fernández y Archubi, priorizando la marca por los costados y no tanto el poder ofensivo (Falcao y Abreu fueron los únicos puntas). Por su parte, el Ciclón se presentaba con el clásico 4-3-1-2, aunque D'Alessandro aparecía más como volante izquierdo que como enlace definido.
En todo el partido, San Lorenzo se hizo cargo de la iniciativa del juego. Por ser local, la obligación la tenían los de Díaz, así que ese planteo era lógico. Los de Núñez esperaron bien plantados e intentaban salir rápido para aprovechar los pocos espacios libres que dejaba su rival. El primer tanto del encuentro lo convirtió Silvera, luego de un perfecto anticipo a la marca de Cabral. Ese tanto fue a los 27. Tres más tarde, Ferrari desbordó y la metió adentro para Falcao, quien cabeceó bajo, al primer palo, y sorprendió a Orión. A pesar de los dos tantos, se pegaron más de lo que jugaron. Con el 1 a 1 se fueron al descanso.
En la segunda etapa, el Cuervo fue más. Las más claras fueron un tiro libre de Adrián González que dio en el travesaño y un centro de D'Alessandro que no pudo conectar Romeo (reemplazó a Silvera). El partido, que siguió siendo friccionado, parecía que terminaba en tablas. Pero a cuatro del cierre, Alexis Sánchez (había entrado por Fernández) metió la mano en su área, Baldassi cobró el penal y Adrián González, el capitán y uno de los mejores del match, definió con un derechazo suave y esquinado, para marcar el 2 a 1 final.
Con ese resultado, a River le alcanza con ganar 1 a 0, pero a San Lorenzo, con sólo empatar. Final abierto...
DAMIÁN ORLANDI
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