RAFA, OTRA VEZ PRÍNCIPE

No se puede y no se puede. Para derrotar a Rafael Nadal en polvo de ladrillo hay que esperar que el mallorquín llegue cansado por acarrear muchos partidos o que éste manifieste alguna lesión. Y más que nunca si se trata en el Masters de Montecarlo, torneo en el cual viene siendo el monarca desde el 2005 en forma consecutiva, y este 2008 no fue la excepción.

En la final, se enfrentaba cara a cara con Roger Federer. Nadal llegaba sin perder sets y mostrando una hegemonía total en la arcilla ddel certamen monegasco. Y lo que se vio fue un primer set muy luchado, con ambos tenistas manteniendo su saque hasta el 5 iguales, pero allí apareció la contundencia de Rafa para quebrar y cerrar sin inconvenientes por 7 a 5.

En el segundo sorpresivamente el suizo se puso 4 a 0 arriba, con dos breaks de ventaja y por el juego que desandaba, dejaba todas las certezas de que todo se iría a un set definitorio. Sin embargo despertó el español y con una remontada increíble se adelantó 5 a 4 en el set. Luego Federer pudo mantener su servicio para igualar y el 2 del mundo tampoco tuvo problemas para quedar a un juego del triunfo. El número 1 del mundo volvió a exhibir dudas con su saque y esto lo aprovechó de manera exitosa Rafael Nadal, quien quebró para ganar por 7 a 5 el segundo y definitivo set, para adjudicarse su cuarta corona en Montecarlo y aumentar el historial a favor con Federer por 9 a 6.

GERMÁN MARTINA