A tres metros del área defendida por Sebastián Torrico (le sacó el puesto a Juan Ignacio Carrera), el displicente volante de Gimnasia tenía la oportunidad de brindarle a su equipo un punto trascendental para soñar con escaparle al descenso directo. Poco conocidas son las virtudes del pequeño jugador del Lobo, por lo que las miradas estaban centradas en los compañeros que estaban en el área esperando un hipotético centro. Además, en el fútbol argentino se convierten contados tiros libres. Sin embargo, la carrera de Luna daba muestras de la decisión que había tomado: el petiso ya tenía el arco entre ceja y ceja, y nada podía hacer que se arrepintiera. 28 minutos marcaba el reloj, cuando Juan Pablo Pompei dio la orden para que el balón se pusiera en movimiento. Luego de ese instante, la obra maestra: el enano se hizo gigante, ya que el remate con su pierna derecha fue una caricia que se metió en el ángulo derecho de un Torrico que voló para la foto, pero seguramente no saldrá en ella, porque la distancia entre su brazo y la número "5" fue abismal.
Con ese tanto, el conjunto de Omar Labruna se llevó un 1 a 1 para Jujuy. El gol de Gabriel Hauche, tras la siesta que se pegó Gabriel Loeschbor, parecía que liquidaba la cuestión en favor de Argentinos. Claro, no contaban con que la Luna iba a salir tan temprano...
DAMIÁN ORLANDI
No hay comentarios:
Publicar un comentario