lunes, 3 de marzo de 2008

UN ALTO POR EL AGUA

Tan solo diez minutos restaban para la finalización del encuentro entre River y San Martín de San Juan que obligó a Gabriel Brazenas a suspenderlo por la cortina de agua que cayó sobre el césped del Monumental y que impidió que pudiera jugarse con normalidad. Hasta ese momento, los de Simeone se imponían al equipo cuyano por 3 a 2 y se estaban quedando con tres puntos importantísimos para trepar a la punta del Torneo Clausura.
Y durante el desarrollo del partido el Millonario se mostró mucho más ambicioso que su rival, consiguiendo dominar las acciones de juego y proponiendo a todo momento. Por eso mismo no sorprendió que el gol del local llegara rápidamente por intermedio del uruguayo Sebatián Abreu, quien tras el centro de Alexis Sanchez defininió con tranquilidad, pero asombrado ya que su remate pegó en un palo, luego en el otro y recién ahí le quedó para empujar a la red y abrir el marcador. Aunque el empate, sin merecerlo, llegaría: un tiro de uno de los jugadores del verde y negro pegó en el pecho de Leonardo Ponzio y el árbitro juzgó que dió en la mano del ex-Newell´s. De esa forma Sebatián Brusco capitalizó la posibilidad en gol y todo era volver a empezar para River. Sin embargo no le costaría desterrar la igualdad del resultado a "la Banda". Diego Bunonanotte hizo muestra de toda su habilidad, dejó en el camino a un jugador adversario y ejecutó al poste izquierdo de Medrán, haciendo estéril su vuelo. Más que justificada su victoria parcial y mucho más entendible cuando en el segundo tiempo, el Tano Nasuti se tiró de palomita tras un centro que llovió desde el córner y que concretó de manera perfecta para poner las cosas 3 a 1.

San Martín consiguió el descuento provisorio a través de Bravo, quien desenfundó y disparó de forma rotunda para vencer la resistencia de Carrizo. Y luego, lo conocido y ya mencionado. La lluvia que arruinó los planes de River, que estaba ganando el partido, con el agregado de que trepaban a la cima, y por el lado de los sanjuaninos, que buscaban el empate de manera desesperada con la ilusión de que era posible dicho milagro. El agua imposibilitó las respectivas intenciones.

GERMAN MARTINA

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