PARA DORMIRSE

Poco pudieron aportar, en términos futbolísticos, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Huracán en el Estadio Único de la Ciudad de las diagonales con su igualdad por 0 a 0.

De más esta decir que el empate les viene bien a ambos y que antes que una derrota, era preferible llevarse un punto. Las realidades marcan que los dirigidos por Ubeda están en plena lucha por ingresar en las copas y que el Tripero debe sumar con la imperiosa necesidad de subir en los promedios, que no padece en la actualidad, pero que cuando se inicie el Apertura 2008, se encontrará hundido debido a que pierde los puntos de la fenomenal campaña hecha con Troglio. Aquella que lo llevó a ser sub-campeón de Boca en 2005.

La cuestión y como lo remarcábamos, los dos conjuntos no pudieron vulnerarse y ni siquiera crear más de una llegada peligrosa de gol. Lo más trascendente de la primera etapa fue la discutida expulsión de Eduardo Domínguez. Todo Huracán estalló por la decisión del árbitro Alejandro Sabino, pero ya no había nada que hacer. Los visitantes quedaban con uno menos.

Esto lo aprovechó (aprovechó pueden encomillarlo) el conjunto del Topo Sanguinetti, que fue un poco más agresivo en la segunda parte, ante un Globo que solo atinó a esperar y salir de contragolpe. De la mano de Ignacio Piatti nacían las ideas de Gimnasia que no encontró profundidad y que en el cierre terminó saludando a su gente, o si se quiere, despertándola e invitándola a salir del estadio, como aviso de que el partido (para no llamarlo bodrio) ya había culminado.

GERMAN MARTINA