lunes, 24 de marzo de 2008

MEJOR NI MIRAR

Si un equipo de la jerarquía de Independiente pretende pelear arriba, está claro que lo menos aconsejable va a ser imitar el andar de los de Pedro Troglio este campeonato. Es cierto que sólo van siete fechas y que el Rojo está a dos victorias de la cima, como manifestó su entrenador, pero también es real que, viendo la mitad del vaso vacía, los de Avellaneda sólo sumaron 10 de 21 puntos en juego y que el rendimiento decrece cada vez que tienen que actuar en casa ajena.
Independiente perdió con Lanús, le ganó a Tigre, perdió con Central, le ganó a Argentinos, empató con un hombre más con Boca, le ganó a Gimnasia y ayer, para no cortar la racha, cayó en San Juan ante San Martín.

El 2 a 0 asestado por los cuyanos (goles de Martín Bravo y Luis Tonelotto) no hace más que profundizar la inestabilidad de un equipo que todavía no es tal porque, por H o por B, siempre sufre modificaciones tácticas y de nombres; no consigue una identidad futbolística propia; depende demasiado de lo que puedan hacer su capitán Daniel Montenegro y su goleador, Germán Denis; la creciente importancia que está teniendo Fabián Asmann en este torneo es un claro indicio de que la defensa sigue sin responder; Freddy Grisales aporta contadas gotas de talento (cuando no debe viajar a Colombia por problemas personales)...

Son innumerables los puntos negativos que tiene este grande de la Argentina, que todavía no encuentra la regularidad deseada pero que, no quedan dudas de esto, cuenta con un plantel numeroso y con varios jugadores importantes y de lo mejor en su puesto en el país. Seguramente se vivirá otra semana de intranquilidad y la ansiedad y la incertidumbre respecto al futuro seguirán siendo las características principales de un equipo que debe trabajar para cambiar el rumbo tomado que, hasta ahora, no es el correcto.


DAMIÁN ORLANDI

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