Independiente perdió con Lanús, le ganó a Tigre, perdió con Central, le ganó a Argentinos, empató con un hombre más con Boca, le ganó a Gimnasia y ayer, para no cortar la racha, cayó en San Juan ante San Martín.
El 2 a 0 asestado por los cuyanos (goles de Martín Bravo y Luis Tonelotto) no hace más que profundizar la inestabilidad de un equipo que todavía no es tal porque, por H o por B, siempre sufre modificaciones tácticas y de nombres; no consigue una identidad futbolística propia; depende demasiado de lo que puedan hacer su capitán Daniel Montenegro y su goleador, Germán Denis; la creciente importancia que está teniendo Fabián Asmann en este torneo es un claro indicio de que la defensa sigue sin responder; Freddy Grisales aporta contadas gotas de talento (cuando no debe viajar a Colombia por problemas personales)...
Son innumerables los puntos negativos que tiene este grande de la Argentina, que todavía no encuentra la regularidad deseada pero que, no quedan dudas de esto, cuenta con un plantel numeroso y con varios jugadores importantes y de lo mejor en su puesto en el país. Seguramente se vivirá otra semana de intranquilidad y la ansiedad y la incertidumbre respecto al futuro seguirán siendo las características principales de un equipo que debe trabajar para cambiar el rumbo tomado que, hasta ahora, no es el correcto.
DAMIÁN ORLANDI
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