Boca llegaba a Bahía Blanca con una única misión: seguir como líder del torneo. No la pudo cumplir, es decir que falló. Este equipo de Ischia que en el torneo nunca convenció porque los partidos que ganó (salvo el 4-0 ante Argentinos) siempre los sufrió. Si a esto le sumamos su presente de la Copa Libertadores, podemos afirmar que este equipo está en deuda.
Es cierto que es líder de su grupo, pero el pasado jueves tuvo que recurrir a una actuación histórica para poder ganarle al débil Colo Colo por 4-3 en la Bombonera. Y además sabiendo que debe sacar puntos en México frente a Atlas porque sino su clasificación peligrará.
¿Qué pasó en Bahía? Muy fácil. Boca fue mas durante todo el partido y siempre, a través de Rodrigo Palacio, tuvo las situaciones mas claras. Se puso en ventaja a los 36 del primer tiempo con Leandro Gracian y una gran definición. Otra vez Gracian haciendo olvidar a Riquelme. Por momentos es cierto. Pero ese momento y ese destello alcanzaba para que Boca ganara, todo estaba en orden.
Segundo tiempo: Boca siguió siendo más. Se perdió goles increíbles (en una misma jugada la pelota rebotó en los dos palos) y Ramirez se transformaba en figura con el correr de los minutos.
Lo de siempre, un Boca poco contundente que penaba porque Olimpo le tiraba centros de todos lados y los defensores sacaban como podían los envíos desde los costados. Uno entró. Centro desde la derecha y Lujambio de cabeza marcó el empate. 1-1. Festejo local, amargura visitante.
Final increíble, de ida y vuelta, pero ya era tarde. Sobre todo para Boca, que perdió la punta solo por no definir los partidos. Otra vez. Como frente a Maracaibo, Independiente, Huracan y Colo Colo.
El respirador de la Copa no se lo sacó. No seamos hipócritas, solo porque de manera heroica consiguió tres puntos ante un pobre equipo chileno que en otras épocas se iba goleado de Buenos Aires. Sumémosle que en el campeonato tiene dieciséis puntos sobre veinticuatro. Si hacemos números, este Boca, por ahora, tiene más en el debe que en el haber.
Semana en terapia intensiva con pronóstico reservado. Los partes médicos del sábado y del martes 8, dirán si sigue con vida o no.
AUGUSTO CESAR
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