Lo cierto es que River se terminó quedando con la victoria con mucho sufrimiento, sin lucir individual ni colectivamente y con carencia total de ideas. Los de Alfaro, mostraron mucha más convicción y doblegaron en llegadas al Millonario. Claro que el que convirtió el único tanto del partido fue River, que a los 34 de la primera parte consiguió la ventaja a través de Rodrigo Archubi, quien ingresó por Mauro Rosales (lesionado) y remató de zurda cruzado ante la inmóvil postura de Mario Cuenca.
Increíblemente, lo que restó del pleito fue todo para Arsenal y los de Nuñez se dedicaron a esperar de contragolpe. Con su arma más importante que es la del balón detenido, acosó al conjunto de Simeone y no solo tuvo la posibilidad de empatar, sino también, de llevarse los tres puntos por las multitudinarias ocasiones que no logró capitalizar. Luciano Leguizamón ingresó y le cambió la cara a su equipo pero... los goles en el fútbol no se merecen, se hacen.
Por eso ganó River y por eso se puede ilusionar, debido a que mostró un buen rendimiento en sus actuaciones anteriores, y hoy, dejando una imagen más que floja y sin ningún tipo de certezas, le alcanzó para triunfar y quedarse provisoriamente con la punta del campeonato.
GERMAN MARTINA
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