Lo ocurrido en la salida de los equipos a la cancha fue lo esperado: el Cholo caminó 60 metros para ir a ubicarse al banco de suplentes visitante y recibió una ola de insultos y gestos obscenos de parte de quienes, hasta hace poco más de tres meses, le agradecían y le prometían idolatría eterna. Aunque es cierto que hubo algunos plateístas que lo aplaudieron, pero lamentablemente fueron unos pocos.
El partido ofreció mucho roce y pocas situaciones de riesgo. El 0 a 0 estuvo bien. El emblema de cada uno de los equipos, tanto Verón (cumple hoy 33 años) como Ariel Ortega, eran los más veteranos de la cancha, pero a la vez los que más se brindaron por conseguir lo mejor para los suyos. La Brujita, con su característica precisión para meter pases en profundidad y la calidad de siempre para caminar la cancha y ser productivo a la vez para su Estudiantes; el Burrito, con sus regates, endiabladas gambetas y una cualidad que ha sabido explotar: los pases gol. Claro que hoy, tanto Radamel Falcao como Sebastián Abreu -sobre todo el uruguayo- estuvieron imprecisos y extremadamente alejados del arco defendido por Mariano Andújar.
Fue un partido que dejó poco desde lo futbolístico. Tal vez una de las causas del bajo nivel podría radicar en el pésimo estado del campo de juego, pero sería hilar muy fino. Las figuras fueron los dos nombrados, aunque tanto Oscar Ahumada en River como Agustín Alayes en Estudiantes, cumplieron una aceptable tarea. Además, a 7 del final, Gustavo Cabral vio la roja por doble amonestación.
DAMIÁN ORLANDI
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