El partido fue siempre de San Lorenzo y el gol era cuestión de minutos. En el número doce Adrian Gonzalez de tiro libre estampó el 1-0 y provocó ese grito tan deseado y esperado como el de un orgasmo. Luego decayó el nivel del encuentro, porque los de Ramon se conformaban y los de Sensini (con muchos suplentes, pensando en el partido frente a Danubio por la Libertadores del Miércoles) no encontraban un funcionamiento correcto.
La parte complementaria fue para el bostezo hasta los catorce cuando el debutante Carrasco encontró el transitorio empate, pero poco duró la alegría, porque otra vez Adrián González con un gran remate desde la derecha al ángulo superior derecho de Andujar puso el match 2-1. Uno de tiro libre y otro de gran factura (no fue Dalessandro, fue Adrián González, créalo). Estaba terminado el partido, San Lorenzo encontró el tercero a través de Hirsig minutos después y todo fue felicidad en el Bajo Flores. Por la Plata, se verá el miércoles por la noche si Sensini hizo bien o no en arriesgar la punta. Porque la arriesgó. Y la perdió.
AUGUSTO CESAR
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