El equipo del que es fanática número uno la "Su" comenzó el campeonato y la Copa de la peor forma: sin goles a favor y sin conseguir los tres puntos en ninguna de las cinco primeras presentaciones. Sin embargo, los dirigidos por Ramón Díaz se recuperaron y ahora están a la expectativa en ambos certamenes: en la Libertadores, le dieron vuelta un partido clave a Real Potosí en la altura, mientras que en el Clausura acumularon su tercer triunfo en fila y ya suman nueve unidades, ubicados a cuatro de la cima de las posiciones.
Hace instantes, los de Boedo se aferraron a una victoria que parecía que nunca iba a llegar y, por cómo se consiguió y por el rival al que vencieron, tal vez tenga un significado mayor a cualquier otro. El rival de turno era Arsenal, de flojo andar en este tiempo, pero complicado como pocos, sobre todo por la capacidad de su técnico, Gustavo Alfaro, de complicar a cualquier oponente y en cualquier cancha.
El partido fue muy parejo y aburrido. La principal causa de ello fue la lluvia que cayó sobre Sarandí durante gran parte del juego. Cuando paró de diluviar, el Ciclón lo ganó: a los 39, Gonzalo Bergessio aprovechó un balón suelto en el área de los locales y remató con un zurdazo que se desvió y se coló en el segundo palo. El 1 a 0 basta para continuar por este camino auspicioso y dejar atrás a la sombra que los acompañó los primeros partidos. Antes, San Lorenzo era una lágrima, no le ganaba a nadie y no la podía meter. Ahora, el Ciclón es el imbatible. Por favor...
DAMIÁN ORLANDI
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