domingo, 9 de marzo de 2008

30 SEGUNDOS DE FAMA

En ese período de tiempo, el partido entre Argentinos y Huracán tuvo su pico máximo de emoción, y fue para los dos lados. Con un par de tantos en la mitad exacta de un minuto, el Bicho y el Globo igualaron 1 a 1 en La Paternal, y el punto no le disgustó a ninguno de los dos.
Ya a los 5 del primer tiempo, fue el local el que se puso rápidamente en ventaja. Gabriel Hauche realizó una jugada fantástica y sacó un remate que se clavó en el ángulo del arco defendido por Marcelo Barovero. Esa primera emoción de la tarde provocó la incredulidad de parte de los fanáticos de ambos equipos, ya que el gol había sido una verdadera obra de arte. Sin embargo, quienes festejaban, de un lado, y los que se lamentaban, del otro; en 30 segundos intercambiaron ese estado de ánimo. Porque ni bien movió Huracán del medio, Omar Zarif desbordó por la derecha y envió el centro para que la torre del Globo, Federico Nieto, estampara la igualdad con un cabezazo que dejó a mitad de camino a un dubitativo Juan Ignacio Carrera.

Posteriormente a esa ráfaga, el encuentro continuó siendo entretenido, aunque careció de peligro extremo para ambos arqueros. Lo más rescatable ocurrió al finalizar la primera etapa, cuando Gabriel Brazenas, a instancias de su asistente, anuló mal el segundo tanto a los de Claudio Úbeda. Andrés Franzoia había mandado a la red una pelota que encontró en el área chica y que -además de estar el ex Boca en posición lícita- se había desviado en la espalda de un rival.

Ese podría haber sido un punto de inflexión para el complemento, ya que el Bicho debía salir a buscar la igualdad como sea, obligado por un comienzo de campeonato adverso. Pero la decisión de la autoridad máxima hizo que, indirectamente, el segundo tiempo se jugara sin arcos. Además, antes del final el árbitro fue otra vez protagonista: expulsó correctamente a Álvaro Pereira, por doble amonestación; aunque no realizó lo propio con Pablo Barzola, quien cometió una terrible infracción sobre Alan Sánchez, que, increiblemente, ignoró. Otra vez será...


DAMIÁN ORLANDI


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