Se puede pensar y analizar desde varias aristas el desgaste y las posibilidades de ambos equipos: los de Gustavo Alfaro, que por más que no dejan de lado el campeonato, se mentalizan en pelear la Libertadores y el cansancio que esto acarrea, en tanto que los de Saporitti juegan cada encuentro entre la espada y a pared por el amenazante tema de los promedios, sumado a los recursos de un equipo que no tiene figuras demasiado destacadas.
Por eso mismo la postal del pleito en el Viaducto fue, el Arse teniendo la pelota y esperando el momento justo para lastimar y a los bahienses aguardando para salir de contragolpe. Las oportunidades para el aurinegro se presentaron ya que se el local mostró una versión ofensiva muy distinta a la que muestra en otros partidos, esto debido a la desesperación y a la impaciencia que le invadió para buscar abrir el marcador. Fue allí donde Olimpo encontró los huecos y pudo generar jugadas de riesgo, claro que sin poder capitalizarlas. Por el lado de Arsenal, fue al ataque de forma perseverante, aunque no pudo lastimar ni ser del todo profundo. Para alegría del último campeón de la Sudamericana, esa profundidad la encontró en la segunda parte, más precisamente a los 10 minutos, por intermedio de Leonardo Biagini quien aprovechó una mala salida del portero Cauterucci y le terminó dando la victoria. De ahí hasta el fin del encuentro, Olimpo seguiría sin llevar riesgo y los de Sarandí buscarían aumentar la cuenta. Pero el resultado quedaría 1-o en favor de los del sur del Gran Buenos Aires, que se recuperaron de la paliza propinada por Colón el pasado viernes y que logran su segundo triunfo en tres fechas, para que no lo releguen de la lucha por el torneo.
*Mal arbitraje del ábitro Gabriel Favale, quien expulsó a Raúl Saavedra en una falta que ni siquiera ameritaba amonestación.
GERMAN MARTINA
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