YO SOY EL MEJOR

Eso fue lo que pudo haberle dicho New Orleans a San Antonio. Los últimos campeones de la NBA, como venimos repasando cada noche que se presentan, han caído en una meseta y su rendimiento decrece a medida que avanzan los partidos. Sin embargo, el buen comienzo de temporada y alguna victorias aisladas les permiten seguir encumbrados con los de arriba.

El rival, en este caso, era uno de esos: los sorprendentes Hornets, que se encuentran en la primera colocación en el oeste, dejaron de lado todo tipo de especulaciones respecto a la presión de jugar en el AT&T Center ante el mejor (por historia reciente) de la Liga y demostraron por qué son los líderes de la conferencia más dura de las dos. Con un gran quinteto inicial, integrado por jugadores experimentados de la talla de David West, Tyson Chandler y el serbio Peja Stojakovic, más el aporte de la estrellita del equipo, el base Chris Paul, New Orleans le dio una paliza a domicilio a los de Gregg Popovich y es más líder que nunca. 102 a 78 vencieron los visitantes.

32 unidades de West (15-19 en tiros de campo), 22 de Stojakovic, 17 y 11 asistencias de Paul y 8 y 12 rebotes de Chandler, son números que justifican la victoria y explican por qué, hoy por hoy, los Hornets son, junto a Boston, el mejor equipo de la Liga (récord de 31-18 y octava victoria consecutiva). Para los Spurs, Emanuel Ginóbili marcó 11 puntos y Fabricio Oberto, 10. Los mejores fueron Tony Parker y Tim Duncan, con 17 cada uno.

DAMIÁN ORLANDI