Los tiempos de gloria ya pasaron. Michael Jordan volvió algún día, pero lo hizo en Washington y luego sí decidió abandonar la actividad. Scottie Pippen terminó su carrera de gran forma en Portland, Dennis Rodman comenzó a salir más veces en la sección policiales que en la de deportes y el tiempo genero la desintegración de uno de los mejores equipos de la historia de la NBA. La referencia es para Chicago. Los Bulls, en la década del 90, fueron amos y señores de la liga más importante. El nuevo siglo veía nacer a otra generación, integrada por jugadores de poco renombre y que, como consecuencia, no lograban meterse ni siquiera entre los ocho que iban a los playoffs. Sin embargo, la temporada 05/06 dio un vuelco positivo a esta franquicia: Kirk Hinrich, Ben Gordon, Tyson Chandler (quien ya no está en el equipo) y el propio Andrés Nocioni fueron los principales protagonistas de ese ascenso, empujados por su técnico, Scott Skiles. Si bien el equipo empezó a gestarse 12 meses antes, el arribo a los primeros planos dos años consecutivos del equipo entusiasmó nuevamente a su gente. Pero esta temporada los números no están acompañando. Tampoco el rendimiento ayuda. Chicago juega impreciso, es un conjunto partido y sus estrellas están apagadas. Para colmo, el "Chapu", que es el único que ha mejorado su performance respecto al año pasado, no es tan tenido en cuenta por el coach. De forma increible, a veces juega como titular, sale y tarda más de un cuarto en volver a ingresar. Cuando lo hace como suplente, son más minutos los que pasa adentro que afuera de la cancha, pero no lo suficiente parea brindarle su garra y el talento para que sus compañeros se contagien.
Una muestra bien clara de este presente sucedió ayer. En el United Center de Chicago, los Bulls venían de ser apabullados ante los Celtics el pasado viernes y buscaban revancha ante uno que tampoco estaba del todo bien: Houston. El partido fue un tanto parejo al comienzo. Es más, los locales se fueron en ventaja luego de los primeros 12 minutos (26-21). Sin embargo, el aporte de los sustitutos de los Rockets fue fundamental y decisivo para las chances de su rival: 14 puntos y 9 rebotes para Luis Scola, 20 y 6 de Bonzi Wells, más el aporte de Tracy McGrady, con 20; sentenciaron la paliza a domicilio. Fue 116 a 98. Los 10 minutos de Nocioni en cancha (4 unidades) y el resultado negativo para los de Skiles hacen que uno se pregunte y repregunte por qué el santafesino juega tan poco. Ponelo unos minutos más, dale más confianza y "el alma del equipo" te va a responder, Scott.
DAMIÁN ORLANDI
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