A lo largo de este campeonato se vio un rodaje futbolístico regular, tirando a malo. Y puntualmente, Racing e Independiente, se atrevieron a candidatearse como favoritos al título con propuestas poco convincentes y no muy acordes a la meta que se tenía.Con remotas chances de consagrarse campeón (para el rojo) y con la "Academia" fuera de torneo, ambos clubes se jugaban el todo por el todo en este clásico que paralizaba todo Avellaneda. Sin embargo la imagen que venían demostrando no distó en nada con lo planteado en el día de hoy.
Párrafo aparte para los principales protagonistas del encuentro: las hinchadas, que alentaron sin cesar y con mucha energía, esa que también tuvieron los jugadores dentro del campo de juego pero que no pudieron canalizar en buen fútbol, o aunque sea, en algo parecido.
En el primer tiempo se corrió en demasía, se prestaron la pelota continuamente y la llegada más clara que se pudo encontrar fue en favor de los de Costas, cuando Martín Romagnoli cabeceó desde afuera del área y exigió a Assman, quien tuvo que mandar la pelota al córner. Para meternos rápidamente en la segunda etapa (no por apuro sino porque no hubo más que eso), hay que soslayar, nuevamente, el calor de las hinchadas, incansables y brindando un aliento incondicional para su cuadro. Pero nada cambió. Un aburrido trámite en el cual se vio un cabezazo de Sava que tapó espectacularmente el arquero de Independiente, una jugada que fabricó Denis a la fuerza y culminó con un fuerte remate bien controlado por Hilario Navarro.
Este era el partido que los dos conjuntos esperaban ansiosamente para saldar el opaco trabajo que se llevó a cabo en este semestre y lo que otorgaron, quedó muy lejos de lo que todos entendemos como fútbol. 0 a 0, y a pensar seriamente en lo que viene.
GERMAN MARTINA
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