OTRO GOLPE PARA RIVER

Es conocida la importancia que tienen River y Boca en el fútbol argentino. Por historia, títulos, grandes jugadores, hazañas... son los equipos más grandes del pais. Confirmando esto, los Xeneizes ganaron una nueva Copa Libertadores el semestre pasado, y ahora pelean el campeonato palmo a palmo con Lanús y Tigre, y buscarán más gloria en el Mundial de Clubes, en diciembre. La cara opuesta es River. El golpe que le dio Arsenal hace 10 días, eliminándolo de la Sudamericana, sentenciaron las chances de los de Núñez de alzar un título. La sequía, entonces, llegará a 4 años. Atrás quedó una semana en la que Simeone, Astrada, Gallego y el propio Ramón Díaz dijeron que NO a la propuesta de la dirigencia Millonaria. Hoy, para cambiar esa pálida imagen y un presente olvidable, River enfrentaba a un equipo que jamás lo había vencido en el Monumental: Colón. A pesar de este dato contundente, River perdió (otra vez). Porque disputó un primer tiempo lamentable y un complemento que se pareció a una pelicula de terror. Enfrente, el conjunto de Leonardo Astrada llegaba para quedarse con un punto, importante para seguir sumando y soñar, el año próximo, con una clasificación a un torneo internacional. Pero se llevó un premio merecido: jugando bien al fútbol y liderados por el exquisito colombiano Freddy Grisales, los santafesinos derrotaron 2 a 0 a los de la banda roja y generaron que el estadio entero despidiera con insultos y silbidos a los jugadores, aunque el blanco principal fue la dirigencia. Los goles de Colón fueron de Rubén Ramirez y de el ya nombrado Grisales, la figura del encuentro.

DAMIÁN ORLANDI