
Y otra vez, como ha pasado en los últimos tres clásicos, el duelo platense se lo quedó el Estudiantes de Diego Simeone. Ambos llegaban con presentes irregulares, no terminaban de encontrar su identidad en este campeonato y las chances de pelear arriba se habian esfumado ya hace tiempo. El local, por pasado reciente, era sabido que venía mucho más dulce, por el 7 a 0 del Apertura pasado, por el campeonato conseguido en ese mismo torneo, por el 2 a 1 del Clausura... Gimnasia, por su parte, pensaba en salvar un año poco feliz saliendo victorioso de este encuentro ante su clásico rival... Y comenzó de manera inmejorable, porque tuvo un penal en el primer tiempo: fue Germán Herrera (amigado con su gente por el gol a Newell´s del pasado viernes), pero tapó Mariano Andújar. Situaciones como esta tiran abajo a cualquier equipo, y eso fue lo que pasó con el conjunto de Falcioni. Para colmo, en esa misma etapa, el uruguayo Salguerio remató luego de una habilitación de Ezequiel Maggiolo y, entre las piernas de Sebastián Cejas, adelantó al "Pincha". En el segundo tiempo, los visitantes intentaron, aunque con muchos centros anunciados y pocas ideas, lo que terminó de transformar al arquero local en la figura de la cancha. La expulsión de Agustín Alayes tampoco fue aliciente para la levantada en el marcador del Lobo. Ganó Estudiantes, tercer clásico al hilo, y paternidad que se empieza a patentar en la ciudad de las diagonales.
DAMIÁN ORLANDI
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