El partido comenzó favorable para los de Victoria. A los 10, Martin Morel, reemplazante del lesionado Ayala, le pegó de lleno a una pelota que cayó desde el cielo luego de una serie de rebotes, y la metió por encima de la humanidad de Cristian Álvarez. Golazo tempranero para el 1 a 0. Para colmo, a los 25, Damián Díaz fue a buscar de mala manera una pelota para jugar rápido el tiro de esquina. El balón estaba en las manos de Román Martinez, quien pretendía hacer tiempo. Por esto, el enganche de Central le pegó una patada similar a la de Tevez el martes en Colombia, y la decisión del árbitro fue la misma que en aquel partido: expulsión injusta para Díaz, con una amarilla era suficiente. Todo en contra para los de Galloni: un gol abajo y un jugador menos.
Con este panorama negativo, Central debía afrontar la parte complementaria. Tigre, con sólo aguantar la pelota y salir de contra, se quedaría con los tres puntos. Pero... A los 13, José Vizcarra consiguió la pelota frente al área, amagó, se sacó a un hombre de encima y la metió cruzada, a la derecha de Daniel Islas: 1 a 1. A partir de este gol, un monólogo del conjunto rosarino. Sin situaciones claras de gol, los visitantes hacían los méritos suficientes para quedarse con el triunfo. Tigre, totalmente perdido. Sin embargo, a un minuto del final, y gracias al ingreso de Facundo Diz, los locales consiguieron el anhelado triunfo. Dicho jugador recibió la pelota en el área, levantó la cabeza y se la dio a Leandro Lázzaro para que este, con un pase a la red, definiera el pleito para los de Cagna.
2 a 1, ilusión intacta y presión trasladada a Lanús y a Boca, que deben hacer lo suyo para que el tren de Victoria no los pase por encima en el final de este apasionante torneo.
DAMIÁN ORLANDI
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