Profundizando en el desarrollo del juego, se observó al plantel de Boedo con la iniciativa aunque sin demasiada ambición. Por el lado de Olimpo, exhibió lo que pudo, aspectos futbolísticos con poco sentido y un nivel que acusaba la posición en la tabla de los promedios que tienen los de Bahía Blanca. En un trámite sumamente aburrido no se vieron innumerables situaciones de gol y hubo que esperar al minuto 43 de la segunda parte para escuchar el estallido, el grito de gol. Fue allí cuando Adrián González desbordó por el sector derecho, metió un centro pasado, y atrás de todos, solitario y burlando a sus marcadores, Andrés Sivera definió de cabeza para abrir, tardíamente el marcador. Un cálido abrazo entre los jugadores, marcó el alivio de conseguir un triunfo valioso y saborear el hecho de seguir contando con el "pelado" Díaz en el banco.
Victoria que le permite a los de Boedo escalar en las posiciones y catapultar, al opaco cuadro de Saporitti, nuevamente en la zona de descenso directo.
GERMAN MARTINA
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