Diez metros bajo tierra estaba enterrado Gimnasia y Esgrima de La Plata. El 3 a 0 en favor de Atlético Rafaela en la ida vaticinaba un encuentro duro, pero no imposible para los triperos. Pero con el paso del primer tiempo y la permanente igualdad, con Gimnasia jugando mal y sus tanques, Sosa y Alonso, que seguían en la sequía que mostraron durante toda la temporada, y la expulsión de dos de sus jugadores (Teté González y Sosa), parecía que a partir del siguiente semestre se iba a empezar a hablar de los platenses en la B Nacional. Aunque apareció una luz en el camino: luego de un centro del Pampa Sosa, Alonso en complicidad con el arquero pudo definir e ilusionar a los hinchas que veían todo oscuro. Y Franco Niell, el más petiso de la cancha, irrumpió en el área para ganar de cabeza y poner el 2 a 0. Los simpatizantes Triperos, al borde del infarto. Pensando que se podía, aunque el tiempo se consumía. Hasta que llegó el minuto 47 del complemento y, un descuido del cuadro santafesino, le posibilitó a Niell un nuevo cabezazo para desatar la fiesta y desterrar el sufrimiento.
Explotó el Bosque, ya nada importaba. Gimnasia se quedaba en Primera, los últimos minutos servían para sacudir la pelota a cualquier parte y celebrar lo que en un momento parecía imposible. Los de Madelón permanecerán en la máxima categoría de nuestro fútbol exhibiendo, en el caso de hoy, solamente ganas, esfuerzo y utilizando la lucha como principal arma.
GERMÁN MARTINA
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