EL PENTA FUE TETRA

No venía jugando como Brasil, Brasil. El "jogo bonito" había caducado, por obra y gracia de la filosofía de juego impuesta por un entrenador inexperimentado y en cuyo ADN se distingue claramente la cara opuesta a ese fútbol vistoso que siempre caracterizó a la Verde Amarelha. Dunga, el DT desde la eliminación en Alemania 2006, es el principal responsable de ese cambio atroz que sufrió Brasil desde hace ya tres años. Sus futbolistas, siempre de excelso pie y distinguida calidad, tuvieron que amoldarse a esta nueva forma de jugar. Por ello, la acumulación de resultados poco felices (el peor, un 0 a 0 con Bolivia en condicion de local) hicieron tambalear al coach, quien ante cada encuentro tiene que demostrar sus aptitudes en su nueva función.

Sin embargo, hoy, Brasil siguió siendo este nuevo Brasil, pero ganó, goleó y... no gustó. Nada más ni nada menos que en el Centenario, y ante el hasta esta tarde invicto Uruguay como local, la mejor Selección de todos los tiempos (le pese a quien le pese), se despachó con una actuación que poco tuvo que ver con el resultado final del encuentro.

Con decir que Julio César justificó con su performance por qué muchos lo señalan como el mejor arquero del momento, parecería que vamos a informar sobre una victoria ajustada de Brasil o un empate inmerecido. Sin embargo, el ¡¡4 a o!! histórico del equipo de Dunga sobre el de Tabarez debería tirar por la borda cualquier crítica negativa contra el triunfador. Pero lo cierto es que Brasil no fue más que Uruguay. Sí en el arco de enfrente, pero no en el desarrollo.

Daniel Alves (grave error de Sebastián Viera), Juan, Luis Fabiano y Kaká fueron los que firmaron la planilla de goleadores del match en Montevideo. Pero en la de figura: Julio César. Y en la de DT que va a seguir siendo cuestionado a pesar de una goleada antológica en uno de los estadios más representativos de este deporte: Dunga.

DAMIÁN ORLANDI