Los reproches de Maradona por el estado del campo de juego, luego del recital de Los Piojos, eran recontra entendibles. En esa paupérrima actualidad del césped del mejor estadio de la Argentina era imposible que la pelota hiciera lo que los pies de los futbolistas hubieran querido . Lamentablemente, al no haber otro escenario para recibir a la Selección, el equipo nacional tuvo que jugar ahí. Bah, "jugar"...
Comentado ya ese punto fundamental y que hasta podría servir de excusa, hay que analizar el partido ante Colombia. "Hay que ganar, no importa cómo juguemos", había dicho Verón en la previa. Cumplimos con el objetivo, entonces.
El 1 a 0 (¡¡gol del Cata Díaz!!) ante el débil combinado Cafetero fue una nueva demostración de lo mal que actúa el combinado de Maradona. Un técnico que no es tal y sólo tiene la experiencia que le brindó ser el mejor futbolista de todos los tiempos no puede tener demasiada noción sobre cómo formar un equipo. Ojo, tampoco Basile la tuvo en su momento y la razón es una y fundamental: Messi, Aguero y Tevez no pueden jugar desde el minuto cero, los tres juntos, porque no son complementarios. Simplemente porque Messi la quiere tener siempre, Aguero la quiere tener siempre y Tevez la quiere tener siempre. Y lo que es peor, Verón la tiene que tener siempre, Gago debe tenerla mucho tiempo también y Jonás tiene que desbordar también, en el algún momento, con la pelota en sus pies. Además, Verón no puede jugar de espaldas al arco; Gago es volante central, no carrilero; los stoppers deben ser rápidos si se juega con línea de tres, y Díaz y Heinze no son dos claros ejemplos de velocistas; el jugar con dos volantes centrales y sólo tres defensores, exige poner en cancha dos "carrileros" o laterales-volantes, más todavía si juega Vladimir Marín, el mejor extremo izquierdo de la actualidad en Sudamérica, etc., etc., etc.
Argentina volvió a dar lástima, porque no sólo no mereció ganarle a Colombia en el "potrero" del Monumental, sino que además Venezuela le ganó en La Paz al Bolivia que nos metió 6.
Cumplimos con el pedido de Verón, pero ahora, se viene Ecuador, en la altura de Quito. Con que nos hagan 10, nos conformamos...
DAMIÁN ORLANDI
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario