Estudiantes consiguió un triunfo valioso en la ida de los octavos de la Libertadores. En el Ciudad de La Plata, el Pincha goleó 3 a 0 a uno de los mejores equipos del continente: Libertad de Paraguay. El conjunto guaraní había exhibido una de las mejores versiones en la actual edición del torneo continental, incluida la doble victoria contra San Lorenzo en la fase de Grupos. Sin embargo, la famosa mística del León se hizo presente esta noche en la capital de la provincia de Buenos Aires. Un arquero sólido ("el" 1 de la Selección local); una defensa segura y punzante en ataque (por Angeleri); un mediocampo con marca, juego, precisión y cambio de ritmo en el momento justo; y una delantera demoledora y contundente: Gastón Fernández fue decisivo con su gol a los 40 segundos de iniciado el juego y Mauro Boselli con sus dos sellos para definir la historia.
De todas formas, no hay que dejar de lado un detalle importante: mientras en Europa, el árbitro noruego que no cobró dos claros penales para el Chelsea fue amenazado de muerte; esta noche, uno de los asistentes del brasileño Simón inventó una infracción dentro del área paraguaya en favor de Estudiantes (Boselli lo cambió por gol), por una inexistente falta de Samudio contra Angeleri. El jugador guaraní, encima, se fue expulsado por protestar y los visitantes -al término del match- dejaron la cancha mandándole saludos a todos los familiares de las cuatro autoridades del encuentro.
Fue un favor, claro está, que el Pincha no necesitaba. En siete días, la vuelta en Asunción.
DAMIÁN ORLANDI
jueves, 7 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario