
"Yo voy a cumplir con mi contrato", decía Carlos
Ischia luego de la eliminación de Boca en la Copa Libertadores. Entonces, si el
DT dejaba su cargo, era por decisión exclusiva de los dirigentes. Y así fue.
Ischia llegó condicionado al partido contra
Vélez sabiendo que debía irse y el gusto más grande que podía darse era despedirse a lo grande: con una victoria. Aunque el
Xeneize no funcionó ni pudo brindarle ese deseo. Dolido por el
cachetazo frente a Defensor
Sporting, Boca jugó con poca convicción, nuevamente le faltó profundidad y el Fortín, con mucho ánimo para pelear el campeonato tuvo eficacia. Primero fue el uruguayo
Hernán Rodrigo
López, quien tras un flojo achique del Pato
Abbondanzieri definió a la red. Fueron dos minutos fatales para el visitante, ya que
Jonathan Cristaldo ingresó desde el banco con muchas ganas y, tras un pase que aprovechó que la defensa estaba en línea, puso la pelota contra el palo para decretar el 2 a 0. Sólo
quedaría la expulsión de Juan
Forlín para un Boca desorientado, que sufrió una derrota más en un torneo que amenaza con dejarlo en los últimos lugares. En cambio, por el lado de los de
Gareca, quedaron a una unidad de
Lanús, el único puntero, y sueñan con quedarse con el título. En cuanto a
Ischia, el gran damnificado en todo esto, sería avisado el martes de que deberá abandonar su cargo. ¿Asoma
Bianchi? ¿O lo buscarán a
Basile? ¿Qué hay del Patrón Jorge
Bermudez? En poquito tiempo se conocerá el nuevo técnico que afrontará el próximo semestre.
GERMÁN MARTINA
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