sábado, 9 de mayo de 2009

DIFÍCIL, PERO NO IMPOSIBLE

Empatados en uno llegaban los Lakers de Kobe Bryant y los Rockets de Yao Ming al tercer partido, en casa de los últimos. Houston había sorprendido al segundo mejor equipo de la temporada regular (el mejor fue Cleveland), con una clara victoria en el primer cotejo del par disputado en California, que además signicaba extirparle la localía al candidato de siempre.
El tercer match siempre es clave. En este caso, la obligación estaba del lado de Los Ángeles, por llegar como el 1 del Oeste y por ese golpe recibido en casa. Los dirigidos por Rick Adelman son punto y, pasen o no a la final, ya saben que su temporada es sobresaliente (para los Lakers es festejar o fracaso).

El partido (jugado en el Toyota Center) fue parejo hasta el tercer cuarto. En esos doce minutos, el mejor jugador del básquetbol norteamericano después de Michael Jordan (¿alguien duda de que hablamos de Bryant?) se encendió y, se sabe, cuando lo hace es imparable. Con un parcial de 24-14 en ese período, los de Phil Jackson demostraron por qué tienen pasta para llegar casi sin inconvenientes a una nueva final de Liga, la que sería la sexta en nueve años. Vencieron 108-94 y pusieron la serie 2-1 a su favor

De todas formas, Luifa Scola (10 puntos y 12 rebotes), la Muralla Yao (terminó lesionado y es duda para mañana) y compañía quieren evitarlo y tienen con qué. Misión un tanto complicada, es cierto, pero lejos, muy lejos de ser imposible.

DAMIÁN ORLANDI

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