Son pocas las hinchadas del futbol argentino que tienen cariño por sus pares de otros equipos. Se dice que el folklore del fútbol está marcado por la rivalidad entre las parcialidades, los cánticos provocativos de una tribuna a la otra forman parte de nuestra idiosincracia futbolera. Por ello, pensar que puede existir algún lazo entre miles de personas que hasta prefieren que su club salga campeón antes que la felicidad propia o la de su familia, es casi utópico. Sin embargo, esto existe en la Argentina.
Los fanáticos de Gimnasia y Racing mantienen una estrecha relacion desde hace años. No obstante, esta tarde se enfrentaban en el Bosque, por lo que esta amistad quedaría a un lado durante 90 minutos. Los unos les querían ganar a los otros y, por coincidencia de magras temporadas, platenses y racinguistas se encuentran hoy pugnando por no jugar el próximo año en la B Nacional.
A pesar de que se esperaba un cotejo aburrido, con el claro objetivo de ambos de cuidar su arco y olvidarse del contrario, se vio un espectaculo entretenido y con llegadas. La expulsion de Cardozo parecía que complicaría los planes al conjunto de Madelón, pero la ausencia del defensor no se notó. Un remate de Cuevas en el travesaño, una gran jugada de Yacob que terminó con un remate bajo que dio en el palo derecho de Sessa, un cabezazo de Ramírez que salvó con lo justo el arquero local y una media vuelta de Alonso que tapó Migliore a puro reflejo (y sí, para que Alonso haga un gol...) fueron las más claras del vibrante match disputado en La Plata.
Fue 0 a 0 y reinó la paz, aunque el Lobo, con este resultado, o se va a la B o zafa y juega la Promoción.
DAMIÁN ORLANDI
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