UN RAYO MATADOR

Muy difícil puede ser analizar un partido en el cual el equipo que fue segundo en la última temporada, recibió cinco goles en su valla. Uno puede pensar que no es ilógico, porque quien fue el generador de la goleada fue un conjunto grande, con jugadores de gran potencial y con un técnico ganador.

Sin embargo, San Lorenzo logró capitalizar sus momentos de buen juego, sumado a los errores de Tigre, para vulnerar a su adversario y dejarlo en ridículo nada menos que en Victoria donde hace de local.

Los diez primeros minutos del partido fueron de Juan Carlos Menseguez. Con su aparición en el área a los tres minutos para definir arriba, haciendo inalcanzable la estirada de Islas y a los 10, nuevamente definiendo de cachetada para estampar rápidamente el 2 a 0. Pero los de Cagna reaccionaron y a través de una jugada polémica debido a que Matías Giménez surgió en posición adelantada tras un rebote en el palo, convirtió y descontó para la ilusión.

Aunque la gran figura de la cancha no le dejaría espacio para concretar el objetivo ya que otra vez se haría imparable en el área y luego de recibir un codazo de Galmarini, delegó a Aureliano Torres la posibilidad para irse al descanso, dos goles arriba. El paraguayo no falló, y el Santo amplió la cuenta en el marcador.

Ya en la segunda etapa, el Rayo Menseguez anotó el tercero en su cuenta personal aprovechando un grave error de Leyes y con un Islas sometido puso el 4 a 1. Pero eso no sería todo. Quien abusaría de los errores de Tigre y sacaría provecho de un encuentro que ya pintaba liquidado sería Daniel Bilos, que definió de gran manera para conseguir el 5 a 1 definitivo con el cual, los del Pelado Díaz sumaron tres puntos pensando en no alejarse de la lucha por el campeonato y con los del norte del Gran Buenos Aires, con muchas dudas e incertidumbre por su rendimiento.

GERMAN MARTINA