Los rumores indican que a Gustavo Alfaro le queda poco tiempo como técnico del Arse, debido a que los del Viaducto ya han quedado eliminados de la Libertadores y las chances de pelear arriba en el torneo local son nulas. Por el lado del León, todo lo contrario: está virtualmente primero en el campeonato y a punto de clasificar a octavos de final de la competición internacional.
Por todo eso, en la previa se esperaba que hubiera sólo un equipo en la cancha. En los primeros instantes del juego, la lógica prevaleció bajo el radiante sol de Sarandí. Porque los de Roberto Sensini dominaban el cotejo y llavaban peligro a la valla de Mario Cuenca. Claro, pareció que ese aluvión del visitante eran las sobras del apasionante y desgastante encuentro que jugó el miércoles ante Lanús, y que el cansancio se iba a sentir con el correr de los minutos. Y fue así nomás. Porque duró 20 minutos el asedio de Estudiantes. ¿Qué pasó en los 70 restantes? Nada. Los veintidos protagonistas disputaron un cotejo aburridísimo, sin llegadas a los arcos y con escasa claridad de parte de ambos para manejar el balón.
Fue un 0 a 0 que le cayó perfecto a un verdadero bodrio. Arsenal se habrá ido contento y satisfecho, ya que no perdió y cortó una racha negativa importante. Las pretensiones de Estudiantes eran distintas, por eso el lamento corresponderá a los de La Plata.
DAMIÁN ORLANDI
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