Para estar entre los mejores cuatro, sufrió demasiado el conjunto dirigido por Rafael Benítez. En Anfield Road, su rival era el Arsenal, quien conoce muy bien cada una de las debilidades y fortalezas de los Reds, por ello no le resultó complicado ponerse rápidamente en ventaja a través de un tanto del volante externo Abou Diaby. Sin embargo, el nivel futbolístico de los Gunners, luego del tanto, comenzó a mermar, y el local lo aprovechó: Sammy Hyypia, a los 35, marcó la igualdad. Con ese score, el trámite debía ir al alargue, debido a que en el Emirates Stadium el resultado había sido el mismo.
En el complemento, ambos se protegieron a la perfección. La pelota iba y venía en la mitad de la cancha, sin un dueño claro. Como se suele decir: orden contra orden, gana el talento; por eso Fernando Torres hizo gala de su potencia y frialdad a la hora de definir y, a los 24, clavó un golazo para el 2 a 1 del Liverpool. Pero... Cuando el equipo de Arsene Wenger parecía que había gastado todo lo que le quedaba para soñar con el pase a semis, apareció Theo Walcott, eliminó a cuatro rivales (incluido Javier Mascherano) y envió el centro atrás para que Emmanuel Adebayor definiera con maestría y estampara el 2 a 2, que le brindaba a la visita la clasificación. Pero... En la jugada siguiente Ryan Babel fue bajado en el área y Steven Gerrard puso nuevamente -desde los doce pasos- las cosas en su lugar. Al final, el propio Babel anotó el 4 a 2 definitivo y provocó el delirio de la multitud que colmó el mítico estadio inglés.
Como dijimos, también el Chelsea se metió entre los cuatro mejores de Europa al derrotar sin mayores complicaciones al Fenerbahce. A pesar de que la ida había sido un 2 a 1 para los turcos, los dirigidos por Avram Grant lograron dar vuelta la serie en Stamford Bridge con un claro 2 a 0, con tantos de Michael Ballack y Frank Lampard.
DAMIÁN ORLANDI
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