viernes, 21 de marzo de 2008

PEOR IMPOSIBLE

¿Qué mas le podía pasar a Boca para que sea una noche desastrosa? La respuesta es corta y contundente: nada. Pasó todo lo malo que podía pasar. Perdió, no tuvo contundencia, se lesionó Riquelme, expulsaron a Morel y se perderá la revancha. En síntesis: la clasificación de Boca quedó muy comprometida.

Colo Colo y Boca se enfrentaban en el Monumental de Santiago con una gran expectativa, rememorando ese gran choque de 1991 donde la violencia fue uno de los protagonistas del encuentro. Los de Borghi llegaban un punto por debajo de los de Ischia y se fueron con dos arriba. Mejor imposible.
Todo le salió bien a los chilenos, a los dos minutos ya ganaban. Jorquera le pegó desde afuera del área tras una jugada elaborada y clavó el primero. Era victoria, que se justificó minutos mas tardes, porque los locales eran superiores.
Desde los veinte, Boca encontró situaciones sin jugar bien, pero fallaba en la definición, como pasa últimamente y en una contra, a través de Biscayzacú que de cabeza tras un centro preciso consiguió el 2-0. Injusto. Pero real.
Entretiempo y Boca estaba complicado, otra vez fallaba en el último tiro.

La segunda mitad fue de Boca siempre. Fue mucho más, pero Muñoz (arquero, ex Boca) fue la figura. Boca tiroteó al guardavalla pero con balas de fogueo.
Ambos se quedaron con diez (expulsados Morel y Barrios) por un altercado. Boca siguió yendo pero también seguía fallando. En otra contra, el juez uruguayo (Martin Vasquez) inventa un penal (fue falta pero afuera del área) por una falta de Paletta y Fierro lo tiró afuera. Boca estaba vivo, pero en realidad con respirador artificial.
Lo peor no terminó siendo el 0-2 sino que Riquelme se retiró lesionado y se espera saber que es lo que padece. El presente es complicado, está tercero en su grupo por detrás de Atlas y Colo Colo a dos puntos.
El pasado lo mantiene vivo, porque de una manera similar comenzó la edición pasada y la terminó ganando. ¿El futuro?... Nadie lo sabe, pero eso sí: Boca de acá al jueves próximo está con el respirador artificial conectado.

AUGUSTO CESAR

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