HOUSTON, NO TENEMOS UN PROBLEMA

Houston sigue haciendo historia y se acrecienta el temor de los rivales cada vez que deben enfrentarlo. Es que el perfecto andar de los texanos en el último mes y medio ha sido apabullante para cada uno de los equipos a los que tuvo como oponente. Ya sea en el Toyota Center (donde juegan como locales) o fuera de casa, los Rockets sólo han sabido festejar en los últimos 20 partidos. Con el triunfo de ayer sobre Atlanta (83 a 75) alcanzaron el récord que era propiedad de Milwaukee. En la temporada 1970-71, los Bucks habían acumulado esa misma cantidad de éxitos en fila (veinte) y esa marca, hasta ese momento, era la mejor de la historia. Sin embargo, el año siguiente Los Ángeles Lakers rompió esa racha: los de California llegaron a 33 triunfos al hilo y la misión de Houston, a partir de ahora, es una sola: batir esa estadística.

Decíamos que ayer los dirigidos por Rick Adelman habían ganado. En el triunfo sobre los Hawks, además de los 35 puntos de Tracy McGrady, Luis Scola se destacó debajo de los aros: obtuvo 12 rebotes, a los que le sumó 7 unidades.

Los Rockets están segundos en el Oeste porque, aparte de que volvieron a ganar, ese dato coincidió con la caída de los últimos campeones, quienes estaban en esa colocación hasta el día de ayer. San Antonio perdió en New Orleans por 100 a 75 y dejó una pálida imagen de equipo. Los Spurs dependieron pura y exclusivamente de sus tres figuras: Tim Duncan y Tony Parker anotaron 24 puntos cada uno, mientras que Emanuel Ginóbili terminó con 11. El cuarto máximo anotador de los de Gregg Popovich fue Robert Horry, con sólo 4 unidades. Por su parte, Fabricio Oberto colaboró con 3 recobres. Una mala noche para ellos.

Por último, Walter Herrmann no ingresó en Detroit, equipo ya clasificado a los Playoffs (al igual que Boston). Los Pistons cayeron 83 a 82 ante Philadelphia, quien ocupa la séptima posición en el Este y quiere alejarse de New Jersey y Chicago, los dos conjuntos que pugnan por la última plaza.


DAMIÁN ORLANDI