jueves, 27 de marzo de 2008

GRACIAS A JOSÉ MARÍA...

River consiguió tres puntos fundamentales en su cuarta presentación en la Copa Libertadores. En el estadio Monumental, el conjunto dirigido por Diego Simeone venció 2 a 0 a la Universidad Católica y quedó puntero en su grupo, el 5.
Si bien fue de mayor a menor el rendimiento del local a medida que transcurrían los minutos de juego y el triunfo fue merecido, hubo un responsable estelar en la victoria de los Millonarios: José María. Ahora bien, ustedes se preguntarán que pudo haber hecho el presidente de River (Aguilar) para contribuir al triunfo de su club. La respuesta es simple: nada. Porque no nos referimos al trabajo realizado por el máximo representante de los de Núñez, sino a otro José María: Buljubasich.

El arquero del conjunto chileno participó indirectamente e inintencionalmente de los dos tantos del conjunto nacional esta noche. De pasado poco feliz con la camiseta de "la banda", el "Tati" fue silbado cada vez que tocó la pelota. Dejó una mala imagen en su paso por River, pero aquellos que seguramente le recriminaban lo hecho tiempo atrás, hoy deben agradecerle...

Porque el ex Rosario Central, a los 37 segundos de comenzado el cotejo, no logró retener en sus manos una pelota que dio en el travesaño luego de un remate de Radamel Falcao, quien aprovechó este error del arquero argentino y estampó el 1 a 0 en una jugada que parecía ilegal, pero que no lo fue porque el portero no tenía asegurado el balón. El segundo tanto llegó cuando la Católica se había quedado con un hombre menos (fue expulsado Luis Núñez). Un centro de Nicolás Domingo parecía ser sencillo para Buljubasich, pero contrariamente a esto, nuevamente la número 5 se le escapó de su mano derecha y quedó bollando en el área y frente al arco. Allí estaba Sebastián Abreu para fusilar al "Tati", quien nunca olvidará esta noche: la jornada en la que volvió al Monumental y le devolvió, a su manera, lo que -según los hinchas dicen- jamás les dio como integrante del equipo: alegrías.

Gracias, José María...


DAMIÁN ORLANDI

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