Y el hecho de ganar esta clase de enfrentamientos, obliga a decir que, quien lo gana, no suma tres sino seis puntos, por derrotar a un rival directo. Los Canallas fueron los vencedores en tierra bahiense mostrando una actitud de lucha, coraje y voluntad para salir de zona de promoción y dejar condicionado al conjunto dirigido por Saporitti.
El encuentro se jugó con una vorágine adicional, con un tire y afloje desmesurado en donde los de Madelón ganaron la pulseada, por la simple razón de que convirtieron más goles que su adversario. Olimpo también tuvo lo suyo pero las ocasiones que generó no fueron del todo comparable con las de los rosarinos.
Emilio Zelaya, a los 35 de la primera etapa, rompió el cero del marcador para poner en ventaja a su equipo y poner justicia en el resultado. Este mismo jugador se encargó de ampliar las cifras a los 15 del segundo tiempo, ajusticiando a Cauterucci y dejándolo sin chances de tapar el remate. Después de lo que significó un verdadero hachazo en la nuca para los bahienses, llegó la reacción y Josemir Lujambio apareció con dos malas y una buena: la primera no fue por su cuenta sino que por el asistente, quien anuló un gol en donde el uruguayo estaba bien habilitado. La siguiente fue positiva debido a que convirtió en posición lícita, permitiendo a su equipo descontar, pero la reacción ante el juez de línea no fue la más propicia, lo que vio obligado al árbitro, Néstor Pittana, a expulsar al delantero. Olimpo tuvo el empate pero el palo le dijo que no, y tras ese rebote Leandro Ulloa marró un gol imperdible, con Álvarez en el suelo que alcanzó a manotear y desviar el balón, para que éste, nuevamente se estrellara en el poste. Y los goles que no se hacen en un arco, se pagan en el contrario. La gran ventaja la encontró Central mediante una chance penal y la capitalización de la misma por intermedio de Christian González.
Así, liquidó el pleito y estampó el 3 a 1, se llevó tres puntos de oro y respira mucho más aliviado.
GERMAN MARTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario