Como es sabido, cada vez que un equipo de Ricardo Caruso Lombardi sale a la cancha a enfrentar a un grande, la expectativa siempre está centrada en ver cómo el poderoso puede contrarrestar el planteo táctico y el aprovechamiento de las armas al 100% de su rival. Con Argentinos, el técnico ya había conseguido derrotar a River, a Boca y a Racing; con Newell´s, el torneo pasado había hecho lo propio con el Xeneize y le tocó el turno a Independiente. Y en la primera fecha de este campeonato, el viernes pasado, la víctima que faltaba: San Lorenzo cayó 2 a 0 en el Nuevo Gasómetro.
El Millonario llegaba golpeado por la derrota en Perú y con un cambio sorpresa: Danilo Gerlo por Paulo Ferrari, con el objetivo de que el ex Quilmes marcara más de lo que pudiera proyectarse y se hiciera fuerte en el juego áereo.
Las puntas. Ésa era la clave esta tarde. Tanto Pablo Aguilar como Nicolás Cabrera por la derecha y Juan Quiroga por la izquierda aprovecharon sus respectivas bandas y agredieron a la defensa de los de Núñez con continuos centros. Cabezazos de Rolando Schiavi, apariciones fugaces de los delanteros leprosos y rechazos de los centrales visitantes fueron la característica principal del juego. Y cuando Newell´s le apuntaba al arco, Juan Pablo Carrizo hacía que su figura se hiciera cada vez más grande. Eso fue el local. Pocas ideas, mucho empuje y nula efectividad.
¿River? Poco y nada. Dependió del manejo de Leonardo Ponzio en la mitad, y del barullo que podía hacer Radamel Falcao en la delantera. Como siempre, cuando entró Alexis Sánchez, el ímpetu del chileno contagió a sus compañeros, pero ya era tarde y Ariel Ortega, el creador de fútbol, estuvo apagado durante los 90 minutos.
Fue 0 a 0 en Rosario. Empate que, sin dudas, le sirve más a Newell´s. Hablando de dudas: Simeone sigue dudando y River dejó de ser un río para convertirse en un mar, en un mar de dudas...
DAMIÁN ORLANDI
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