LO MERECÍA

Como sucedió en aquel partido recordado en los octavos de la Copa Sudamericana, ante el Botafogo, cuando Radamel Falcao mandó a la red una pelota que sirvió para la clasificación de River a la siguiente instancia y que generó el delirio en la hinchada Millonaria debido a que ese tanto llegó en tiempo de descuento y era inesperado; hoy la historia fue similar. Los dirigidos por Diego Simeone crearon una innumerable cantidad de situaciones de gol en su partido ante el América y recién lo pudieron definir sobre el final.

En el estadio Monumental, los locales comenzaron el partido con mucha agresividad. Un remate de Ariel Ortega dio en el poste y los mexicanos respiraban ante el asedio de los de Núñez. Sin embargo, después de esa acción, el dominio del encuentro fue de los visitantes. River perdía las marcas en la mitad y se veía desbordado por los costados. En el fondo, los defensores estaban imprecisos y no brindaban seguridad.

En una de esas jugadas, Juan Carlos Mosqueda aprovechó en error en un intento de despeje de Eduardo Tuzzio y envió el centro para que el goleador del equipo, Salvador Cabañas, definiera en soledad con un golpe de cabeza.

Luego del tanto, la cuestión se transformó en un golpe a golpe. El América pudo definirlo si Hernán Rodrigo López marcaba en un mano a mano ante Juan Pablo Carrizo; y River lo pudo igualar en un cabezazo del Burrito que dio en el travesaño.

Tardó en llegar el empate, pero se efectivizó antes de la finalización del primer tiempo: centro de Augusto Fernández, la bajó Sebastián Abreu y Radamel Falcao definió con un zurdazo rasante. 1 a 1 y al descanso.

En el complemento, fue todo de River. Los mexicanos decidieron esperar y salir de contra, pero no tuvieron ni una situación clara de gol. En cambio, los Millonarios pelotearon a Armando Navarrete, quien se convirtió en la figura del partido. A pesar de ello, el arquero visitante no pudo evitar la última acción del juego. Después de la expulsión de Falcao y José Castro por agresión mutua, llegó el tiro libre desde el fondo, la bajó Diego Bounanotte luego de una pifia y Ortega apareció solo para marcar con un puntinazo.

El 2 a 1 fue merecido para los de Simeone, quienes ahora irán a Chile (enfrentarán a la Universidad Católica) con mucha más tranquilidad con la misión de vencer nuevamente y quedar a un paso de la clasificación a octavos.

DAMIÁN ORLANDI