martes, 12 de febrero de 2008

¡ES-PEC-TA-CU-LAR!

Brillante, sobresaliente, demoledor, fascinante... Todos los adjetivos calificativos no alcanzan para describir el trabajo de Emanuel Ginóbili cada vez que una pelota de basquet llega a sus manos. La rompió en la Liga Nacional, la descosió en Europa, le metió su garra y buen juego a la Selección Argentina y continúa demostrando en la NBA por qué es el mejor jugador de la historia del básquetbol sudamericano y uno de los mejores deportistas (¿no el mejor?) de nuestro país.
Hace instantes, el bahiense anotó 34 puntos y bajó una suma casi imposible de conseguir por un escolta: 15 rebotes, 13 de ellos defensivos. ¿Qué marca esto? Que además de haber sido el goleador del partido (fundamental participación en el ataque), a eso ahora le agregó un plus que ayudó a la defensa. Es más, Tim Duncan, el mejor rebotero del equipo, agarró dos balones menos debajo del aro (fueron 13), lo que marca aún más la importancia de la labor de Manu. Ah, también asistió 6 veces a sus compañeros y robó 2 pelotas...

Pero bueno... Ginóbili fue parte de un partido, en el que su equipo, San Antonio, volvió a la victoria. En este caso, su víctima fue Toronto. Los Spurs vencieron 93 a 88 y Fabricio Oberto también tuvo una destacada actuación, ya que sumó 6 unidades y bajó 7 recobres. Por el lado de los Raptors, Carlos Delfino, para no ser menos, anotó 11 puntos y tomó 8 rebotes. Brillante también lo de ellos dos.

Como si fuera poco, también ganó Houston. Los Rockets vencieron 95 a 83 a Portland y Luis Scola, quien volvió a ser titular, convirtió 11 puntos y bajó 7 recobres. Los de Rick Adelman sumaron su séptima victoria consecutiva y se perfilan para entrar en los playoffs.



DAMIÁN ORLANDI

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