CONTUNDENCIA XENEIZE

Es conocido el respeto y la jerarquía que impone Boca Juniors en la Bombonera y la dificultad que le resulta a su adversario poder vulnerarlo. En esta oportunidad venció a Argentinos por 3 a 0, manteniendo un orden y una prolijidad elemental para sobrellevar el partido de manera cómoda. Si bien en el inicio, el conjunto de Gorosito fue más agresivo y generó las mejores jugadas, los de Ischia supieron contrarrestar al "Bicho" y tomar la iniciativa del encuentro. Con un mediocampo que se fue involucrando más en el juego con el correr de los minutos y un Juan Román Riquelme que condujó los hilos del equipo como él sabe, Boca comenzó a arremeter contra el arco de Juan Carrera y fue a los 21 cuando Palermo conectó un centro de Álvaro González (antes la peinó Ibarra llegando extrañamente como número nueve al centro del área) y el gran goleador sacó un remate potente y bajó que se coló entre las piernas del arquero de Argentinos. Después de esto, los de La Paternal quedaron desmoralizados y no supieron como llevar peligro a la valla de Caranta. En el primer, el Xeneize pudo haber estirado la ventaja pero perdonó en las ocasiones que se le presentaron. Hasta que a los 4 de la segunda parte, Riquelme realizó una linda pared con Rodrigo palacio, quien le devolvió, picó al vacío, y recibió una exquisita asistencia de parte del diez para definir de zurda por encima del arquero que le salía a achicar. Justificado el resultado por lo que se veía en el juego y más aún cuando a los 37 se produjeron múltiples rebotes en el área visitante y tras dos intentos fallidos de Palermo, Jesús Dátolo empujó el esférico hacia el arco que no tenía a su guardameta defendiédolo, ya que había salido a tapar los remates anteriores. Quedó como frutilla del postre un penal que le hicieron al uruguayo González y que Leandro Gracián se encargó de transformar en gol para decretar así el 4 a 0 definitivo que hizo delirar a toda la gente, ilusionada con la actuación de su equipo esta tarde.

GERMAN MARTINA