En Arroyito, un golpeado Central recibía a un entonado Independiente. Los de Leonardo Madelón venían de perder ante Gimnasia y habían jugado un pésimo partido (así lo reconoció su capitán, Cristián González), por lo que la presión brotaba de los cuatro costados del estadio. Debía ganar después de vivir una semana en la que lo que menos prevaleció fue la alegría y la tranquilidad, el equipo realizó una fuerte autrocrítica y no quedaba otra que vencer para, por lo menos, seguir escapando del descenso directo, aunque el lugar en la Promoción es suyo. Todo en contra tenía el Canalla.
Del otro lado, los de Pedro Troglio venían de golear al último subcampeón, Tigre, y si bien no fue excepcional la labor ante el Matador, un 4 a 1 a favor es un resultado que motiva y mucho, sobre todo a un equipo que venía de sufrir un golpe duro el pasado torneo y que estaba dispuesto a pelear arriba.
Está claro que ganó Independiente, si el nivel (anímico y futbolístico) del Rojo estaba muy por encima de Central. ¿Pero para qué hicimos aquella introducción, entonces? Porque ganó el Canalla. Gracias a dos apariciones del ahora ídolo local, Martín Arzuaga (una a los 10 del primero y la otra a los 2 del segundo), los rosarinos vencieron 2 a 0 en un partido que controlaron de principio a fin.
El visitante tuvo la oportunidad de revertir la historia a partir de la expulsión de Leonardo Borzani en el segundo tiempo, pero nunca tuvo la convicción necesaria ni las ganas de ir en busca del empate. El segundo tanto del colombiano cerró el partido.
El que pelea abajo le ganó al que quiere hacerlo arriba. En el país en el que todo puede pasar, Central hoy está por encima de Independiente (4 unidades contra 3), aunque en los benditos promedios debe luchar para mantenerse en Primera. ¿Qué pasará con ambos al final del torneo? Habrá que esperar, en Argentina todo es incertidumbre cuando la pelota empieza a rodar en el verde césped...
*Cuando el partido ya estaba definido, Carlos Matheu (Independiente) también se fue expulsado. Terminaron 10 contra 10.
DAMIÁN ORLANDI
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