Con todo respeto para la gente salteña, así quedó la provincia del norte de nuestro país debido al pésimo partido de fútbol que jugaron los diez futbolistas de Boca y los once de Racing. ¿Los de Carlos Ischia salieron con uno menos? No, quédense tranquilos. Pasa que hubo un único destacado esta noche, un jugador que hizo la diferencia y que busca ganarse un puesto entre los titulares. Claro, no en su puesto, porque allí está el intocable del equipo. Pero sueña con que el dibujo táctico Xeneize mute de un 4-3-1-2 a un 4-2-2-2 y sea él el acompañante de Juan Román Riquelme en la creación de fútbol en Boca. ¿De quién estamos hablando? De Leandro Gracián. El ex Vélez hizo y deshizo lo que se le antojó ante un mediocampo y una defensa de Racing que sólo se dedicó a admirar los amagues, las gambetas, los pases exquisitos y los cambios de ritmo de uno que
volvió a ser. Es cierto que sólo es un partido de verano, que los rendimientos de los jugadores y lo que se espera de los partidos es más o menos lo que se vio esta noche; pero fueron muy notorias las diferencias entre la palidez del encuentro y las flojas actuaciones de los protagonistas (el árbitro incluido), en comparación con la performance de la figura de la noche.
Jugando así, el "Tano" le complica la vida a Ischia y también a Neri Cardozo, quien pinta para seguir acompañando a Riquelme en el sector ofensivo de los volantes. El pedido desesperado de Ramón Díaz para contar con el hoy enganche de Boca para su San Lorenzo modelo 08 es entendible. Gracián siempre fue de lo mejor en nuestro país, con un talento difícil de encontrar y, desafortunadamente para él, su llegada a Boca coincidió con un semestre olvidable para el equipo. Hoy, él se puso el equipo al hombro y jugó e hizo jugar. Habrá que ver qué decide el técnico en el futuro, pero lo cierto es que volvió el "Tanito".
Ah, Boca sigue sin ganar en este 2008. Empató 0 a 0 con Racing. Exequiel Benavídez fue expulsado en su presentación.
DAMIÁN ORLANDI
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