La primera etapa tuvo acciones de peligro en ambos arcos. El conjunto de Alberto Fanesi fue el que se acercó con mayor asiduidad a la meta contraria en los instantes iniciales del encuentro, pero careció de contudencia. Diego Ceballos y Germán Alemanno complicaban a la defensa bahiense con su movilidad en el frente de ataque. Fue el ex delantero de Talleres y Banfield quien tuvo las más claras. Es más, pudo convertir, pero su gol fue anulado por una inexistente posición adelantada observada por uno de los asistentes de Diego Abal, el árbitro del partido. Posteriormente, Olimpo se hizo de la posesión de la pelota y empezó a arrimar peligro a la portería defendida por Marcelo Pontiroli, sobre todo gracias a la potencia de Leonardo Ulloa, quien tuvo tres remates desde lejos que hicieron temblar al arquero cervecero. Uno de esos disparos dio en el palo.
Los de Roberto Saporiti terminaron siendo mucho más, y esa diferencia la cristalizaron en la red contraria al comienzo del segundo tiempo. Primero, a través del ex Vélez, Javier Robles, quien definió a la izquierda de Pontiroli para anotar el primer tanto del partido para los de Primera División. Ese gol fue a los 2 del complemento. A los 15, Leandro González aumentó la diferencia en el marcador con un derechazo cruzado, luego de una perfecta habilitación de Ulloa.
Luego de los festejos, el partido fue un monólogo de los bahienses, que controlaron la pelota hasta el final del encuentro para celebrar una Copa que le viene bien para arrancar el campeonato con una sonrisa.
DAMIÁN ORLANDI
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