NO LEVANTA CABEZA

Como venimos mencionando noche tras noche, San Antonio no es el mismo equipo sólido que supo ser dueño absoluto de la Liga más importante del mundo. Los de Gregg Popovich ni siquiera aprovechan el envión anímico de una victoria ni una pequeña racha de tres partidos consecutivos con triunfos para despegar definitivamente de la mediocridad en la que han caído. Es cierto que, como sucede con los mejores, es probable que los Spurs respondan cuando deben (en los Playoffs), pero en estos momentos su andar es inferior al de la mayoría de los que, por ahora, estarían clasificando entre los 16 mejores.

Ayer, el conjunto texano cayó en su visita a Utah por 97 a 91 y acumuló se segunda caída al hilo. A pesar de la magnífica actuación de Emanuel Ginóbili, quien anotó 29 unidades y bajó 4 rebotes, los últimos campeones volvieron a caer y su situación alarma. Respecto al bahiense, parece que se siente cómodo ante los Jazz, porque ya le había convertido 37 tantos en diciembre pasado y ahora se despachó con otra gran marca. También Tim Duncan fue importante en los Spurs, ya que metió 26 y consiguió 11 recobres. Fabricio Oberto, por su parte, anotó un doble y bajó 3 rebotes.

Por el lado de los locales, el alero ruso Andrei Kirilenko y el ala pivote Carlos Boozer fueron decisivos para su equipo (23 puntos para cada uno), que con esta alegría llegó a un récord de 27-18 y se ubica primero en la División Noroeste.

Utah no se deshizo sólo de un equipo integrado por argentinos. Para que sigamos sumando odio hacia ellos (en el buen sentido), los Jazz habían vencido a Houston el pasado domingo por 97 a 89. Luis Scola, a pesar de la derrota, logró destacarse con 18 unidades, 6 rebotes y 3 asistencias, y fue el segundo goleador del equipo (McGrady, 21).

DAMIÁN ORLANDI