Ambos campeones del mundo en menores de 20 años, Banega y Gago cortaron con ese mito de que el volante central Xeneize debía ser rústico (vale el ejemplo por excelencia de Blas Giunta). De toque corto y al pie, largo y al pecho, cabeza levantada y andar cansino pero con frialdad por toda la cancha, sumado a la marca, ubicación permanente en el campo y orden constante; Gago rompió el mercado de pases el pasado verano pasando al conjunto merengue. Allí fue campeón en sus primeros seis meses en España. Ahora le toca a Ever, quien viaja al equipo "Che" con la expectativa de seguir desplegando su calidad, pero arriba a una institución con problemas futbolísticos en la Liga (ya quedó afuera de la Champions en primera fase y ni clasificó a la UEFA) y con su afición a punto de estallar por lo mal que juega el equipo. Además, separados del plantel Santiago Cañizares y David Albelda, dos referentes en el último tiempo, la misión del volante argentino será levantar a este conjunto que ganó el torneo español dos veces de la mano de otro argentino, Pablo Aimar, y en el que triunfaron Ariel Ortega, Cristian González y, sobre todo, Claudio López.
El pase de Banega le dejará U$S 20.000.000 limpios a Boca y el volante cobrará 1 millón de euros el primer año. La duración del vínculo con el futbolista será de cinco años.
Pavada de jugador se llevan los españoles. Boca lo sufre en la cancha, pero no en el bolsillo...
DAMIÁN ORLANDI
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